Queridas parejas que están por casarse o los ya casados, su familia esta apunto de crecer en todos los sentidos, pues todos suman... la mía, la tuya y la nuestra. Debe ante todo existir el respeto entre todas y el espacio necesario para que la nueva se desenvuelva sin tropiezos.
La biblia en Génesis 2:24 dice, “Por tanto, dejará el hombre a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.”
Es importante estar claros que desde ese momento en adelante la esposa/esposo juega un rol principal en la vida de la nueva familia que se ha creado.
Deben los padres, suegros y demás familiares, guardar con respeto esa relación y aconsejar cuando sea necesario sin criticar, ya que esto no hará más que alejar a los tan queridos nuevos hijos. Lo más importante es acercarse con la miel más que con la hiel. Selecciona tus palabras y la entonación que has de darle a lo que vas a proferir.
Por el otro lado los nuevos hijos deberán ser agradecidos en todo momento, guardando silencio y tomando dicho consejo con la mejor actitud. Asimismo deben tener la deferencia de ser incluyentes y no excluyentes, no hay nada mas doloroso para un padre el no ser tomado en cuenta para decisiones importantes que les atañen. Y sino por lo menos hacerles participe.
Todo cambia, evoluciona y la familia no es la excepción, se nos inculcó que la familia es el núcleo de toda sociedad, sin embargo para algunos esto podría parecer un espejismo del pasado, ya que las variantes surgidas dentro de la sociedad actual sugieren la adaptación a una nueva perspectiva, de lo que es hoy en día.
Los valores constituyen el tipo de ser humano que somos o seremos. Es importante ser una guía para los hijos y un modelo digno de emular.
La vida de hoy se precipita vertiginosa por los canales de las comunicaciones, dando puerta abierta a muchos problemas y situaciones que antes no existían, así como también a nuevas oportunidades de aprendizaje. Por tal razón es importante vivir en armonía sabiendo hasta donde llega la dirección de una familia e inicia la legislación de otra.
Los padres seguimos viendo a los hijos como chicos, sin capacidad para enfrentar la vida que han escogido vivir, es propicio ser prudentes y no interferir en su camino, démosle sin perderles de vista, el empoderamiento y la confianza que requieren para volar.
Y los hijos por supuesto agradezcamos el privilegio de gozar del estatus de hijos, ya que fueron nuestros progenitores quiénes nos regalaron la vida que hoy disfrutamos al lado de ese ser especial que se convertirá en tu otra mitad.
¡Escucha, respeta y observa los límites entre los míos, los tuyos y los nuestros!
